El Nilo en una iglesia

Donde las flores decidieron subirse a los árboles.
Donde los trazos tocan los lienzos para convertirse en cuadros.
Donde los unicornios dejan de ser caballos y los precios son donaciones.
Donde un abrigo decidió cubrirlo todo de calidez y los pergaminos mecerse entre los juncos.
Donde los templos dejan religiones y paredes para ser montañas.
Donde las matemáticas se embriagan de filosofía.
Donde los poemas conversan con la prosa mientras relatan ensayos.
Donde los troncos se vuelven libros.
Donde la vainilla se coló en los pasteles.
Donde la rueda y el rail estacionan entre caminos.
Donde un niño decidió poseer a cada adulto.
Donde los trapecios se columpian en los parques.
Donde un mariachi y un roquero tocan la guitarra a ritmo de jazz, mientras unas manos bailan claqué en un acordeón.
Donde Coco fue Chanel y Apple tecnología.
Donde el Nilo se convirtió en Egipto y los jardines en Babilonia.
Donde Borges veía la luz de sus letras y Sara Baras el duende del movimiento.
Donde nació la estrella de Mandela, de Chaplin y de Copérnico.
Escuchando a Mozart en una iglesia de Praga.